Conoce la historia de la industria eléctrica mexicana
¿Sabías que la industria eléctrica mexicana inició en la ciudad de León, Guanajuato, en el año de 1879? Fue en aquella ciudad donde instalaron una central termoeléctrica para alimentar fuerza motriz a una fábrica de hilados y tejidos que se llamaba “La Americana”.
Imagínate las primeras centrales termoeléctricas eran impulsadas por máquinas de vapor estacionarias, como las de los trenes de vapor, operadas con carbón, y mediante unas bandas impulsaban los generadores de corriente directa.
Diez años después, en 1889, se instaló la primera central hidroeléctrica del país, en el pueblo minero Batopilas, Chihuahua, también para fuerza motriz. Ya para el año de 1898 entra en operación la central “Portezuelos 1”, en el estado de Puebla.
En diciembre de 2015, la Comisión Federal de Electricidad obtiene permiso de generación ante la Comisión Reguladora de Energía para esta central, que para sorpresa de todos se encuentra todavía en operación.
Para el año de 1937 tres compañías privadas tenían ya una capacidad de generación de 629 megawatts y daban el servicio de electricidad, con muchas dificultades, al 38% de los 18 millones de habitantes del país. La población rural era la más afectada.
Ese mismo año, 1937, debido a las fallas en el servicio y a la necesidad de llevar electricidad a la población rural para el desarrollo del país, se crea la CFE por decreto presidencial.
Para 1960, la capacidad de generación en la Comisión Federal de Electricidad era de 1200 megawatts y surtía electricidad a las compañías privadas para que la distribuyeran a la población mexicana, pero apenas el 44% de la población contaba con electricidad.
La industria eléctrica se nacionalizó 27 de septiembre de 1960, siendo presidente Adolfo López Mateos. Desde ese momento la planeación, construcción y hasta el suministro de la energía eléctrica, quedó en control del Estado.
Para el año 2013 se llevó a cabo la Reforma Energética, en ese año la capacidad de generación de CFE era de más de 42 mil megawatts y más del 98% de la población cuenta con el servicio de electricidad.
La CFE era un organismo público descentralizado, encargado de todas las actividades del sector, desde la planeación hasta la comercialización. La planeación que hacía la CFE quedaba reflejada en un documento llamado Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico, POISE, documento a cargo de la subdirección de programación de la misma CFE.
En el POISE se mostraba la evolución del sector eléctrico y la expansión requerida de la capacidad de generación y de la transmisión para satisfacer la demanda en el futuro, el horizonte de planeación de 15 años.
La importancia de la planeación
La planeación es una actividad muy importante, pues las decisiones de inversión se deben tomar con al menos tres o cuatro años de anticipación debido a que toma varios años el obtener el financiamiento y construir las obras requeridas para el crecimiento de la generación y la transmisión. También pueden tomar varios años construir una central eléctrica y la obtención de los permisos, los estudios de impacto social, cultural, histórico y ambiental pueden llevar de uno a dos años.
La Comisión Federal de Electricidad también llevaba a cabo el control del sistema eléctrico nacional a través de su Centro Nacional de Control de Energía, CENACE, este emite las instrucciones para la asignación y el despacho de las unidades de generación que permiten la seguridad del suministro con calidad y eficiencia operativa.
Con información del Dr. Armando Llamas Térres, catedrático del Tec de Monterrey.
